sábado, 23 de junio de 2012

Levedades.

¿Crees en las casualidades? A mi me gusta pensar que no existen. Supongo que simplemente hay cosas que coinciden en el tiempo y el espacio, y nos empeñamos en pensar que estábamos destinados a ello, ya me entiendes. A veces pecamos de listos, pensando que estamos aquí por alguna razón. Qué nos gustan los misticismos.

Aunque algo de mágico tiene ese momento. Tal vez sea porque no ocurren demasiado a menudo, o al menos no a mi. Mágico y peligroso, como si todo se tratase de una broma de mal gusto macabra y maquiavélica, pero disfrazada de cordura.

Prefiero no darle importancia a estas cosas, que ya sabes lo que pasa luego: me paso la vida limpiando. Y es que no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia. Tendré que llevarlo a la práctica y empezar a reciclar.

Aunque he de confesarte, ojos grises, que me siento extrañamente bien. Y te aseguro que no es el verano, ¡qué calor! Quiero que vuelva el frío del invierno, las noches eternas y los desayunos calientes. Y si no es mucho pedir, que sea acompañado de mis últimos tropiezos.

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